La Teoría.

El primer semestre, al principio de cada clase les ponía un cassette de canciones para motivar su audición para el inglés. Diario escuchábamos el mismo cassette y bailabamos los mismos pasos. Pronto, los niños se aprendieron la coreografía por medio de la imitación, y aunque no entendían mucho de lo que decían las canciones, al tratar de cantarlas su boca se iba acostumbrando a hacer los sonidos de las palabras. Cuando ya habían aprendido el cassette al revéz y al derecho, suspendí este ejercicio, pues lo tenían dominado. Primero les doy la teoría, es decir, les introduzco el tema, les enseño el vocabulario nuevo, y luego hacen un trabajito sobre lo que aprendieron.